Por primera vez
Si has acudido a una tienda de mascotas para adquirir
a tu hámster, lo más seguro es que en la tienda te faciliten una pequeña
caja de cartón. Estás cajitas no tienen nada que hacer frente a nuestros
poderosos incisivos y dado que nos encanta roer, no tardaremos mucho en
abrirnos paso a través de ella y ver donde nos llevan.
Si por el contrario, te lo regala alguien, seguro que se utiliza
la socorrida caja de zapatos (también de cartón), con la que sucederá lo
mismo que en el ejemplo anterior, aún en caso de trasyectos cortos.
Así que si no quieres que tu nueva mascotita se pierda, deberías
utilizar para su transporte una jaula pequeña o una caja de madera con barrotes
en uno de los lados. También venden en las tiendas especializadas, unas
pequeñas peceras transparentes, con una tapadera en su parte superior perforada
para favorecer la ventilación. Estas no deben utilizarse nunca como alojamiento,
solo es para desplazarnos en trayectos cortos.
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