Caja-nido y construcción
del nido
Nosotros los hámsters dorados preferimos construir nuestros
nidos en el interior de una casita. Puede tratarse de una simple casita-dormitorio,
de las que pueden adquirirse en diferentes modelos en los comercios
del ramo. Para la hembra sólo tiene importancia que sus crías se encuentren
protegidas y cálidas.
Las casitas de madera para la cría de los cachorros, preferiblemente
de tablas de pino o abeto, han demostrado ser muy prácticas. Las fabricadas
a base de tableros de contrachapado o conglomerado pueden desprender
vapores de cola. Además, al igual que las casitas de plástico que se
encuentran en los comercios, pueden originar humedades debidas a la
transpiración de sus inquilinos, y con ello frío en el interior del
nido. Si bien se pueden utilizar para un animal solo o para una pareja,
no sirven cuando se añade una camada de ocho crías.
También es importante que el nido de madera tenga un techo
que se pueda abrir o quitar. De esta manera el podrás mirar el interior
del nido sin dificultades y sin causar problemas de envergadura. La
entrada lateral de una caja-nido debe llegar hasta el suelo y no, como
en muchas casitas-dormitorio, estar simplemente recortado en la pared.
De esta manera a los jóvenes que se han caído del nido les resultará
más fácil volver a entrar en él.
Como simple casita-dormitorio son mejores las que carecen
de fondo. Así, el hamstercillo sólo tiene encima de su cabeza cuatro
paredes y un techo. Los alimentos húmedos y que pueden estropearse se
encontrarán de esta manera sobre el suelo de plástico de la jaula y
no pueden causar daños hasta que los quites. De otro modo, si la casita-dormitorio
tiene un fondo de madera, éste puede humedecerse y enmohecerse a la
larga con tales alimentos. Por el contrario, la caja-nido para la camada
sí que es aconsejable que tenga una plancha de madera como fondo. Así
se encuentran más abrigaditos los bebés que sobre el suelo de plástico
de la jaula. Y la madre no suele llevar al nido comida que pueda estropearse.
Aunque no disponga de casita, nuestras mujercitas saben
cómo solucionar el problema. En tal caso, la hembra construye su nido
en un rincón de la jaula -utilizando heno, paja y otros materiales-
y escogerá preferiblemente el más oscuro, o sea, el rincón apartado
de la luz. En el exterior el nido se compone de material grueso; el
interior lo tapiza con suaves fibras o con celulosa hasta formar una
cavidad. Los materiales más gruesos los lleva entre sus dientes al nido,
mientras que los más finos y suaves los transporta dentro de sus abazones.
Muchos de ellos los deshace con sus dientes o los roe hasta dejarlos
blandos. En cualquier caso, la futura mamá necesita grandes cantidades
de material para su nido, ya que quiere que sus crías estén en un lugar
cálido y blandito.
Si sabes aproximadamente el día en que deben nacer los
pequeñines, es mejor que ya no toques el nido desde dos días antes.
De lo contrario, tu olor en su interior podría intranquilizar a la hembra
y hacer que se comiese a las crías. Ha de conservarse el olor peculiar
del nido. Durante los 6 a 10 días siguientes deberás evitar toda clase
de molestias en el mismo. Sólo si ya sabes que la hembra es una madre
de confianza, se podrá mirar antes al interior del nido.
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