Es muy importante a la
hora de adquirir un ejemplar saber distinguir cuál es su sexo, ya que hay quien desea
adquirir una chica o un chico por razones determinadas. De todos modos, siempre resulta
aconsejable tener la parejita, dado que así ambos tenemos compañía (je, je).
Para saber si somos macho o hembra debes fijarte atentamente
en la forma trasera que tenemos. Así, los machotes tenemos forma de pera,
mientras que las nenas exhiben una forma trasera más redondeada. De todas
formas, el mejor modo para saber distinguir el sexo es congiéndonos entre
las manos y separándonos las patas traseras y el pelo que se encuentra
entre ambas. Así no habrá duda ¿no?. Los genitales de los chicos se encuentran
a una distancia de aproximadamente seis milímetros de su cavidad anal;
sin embargo en las chicas es más difícil distinguirlos por estar los dos
orificios muy juntos uno al otro.
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HEMBRA |
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MACHO |
Pero si aún así sigues sin saber
mejor se lo
preguntas al vendedor (jajaja).
¿Ya te dije que nos gusta la compañía? Podemos ser
propensos a sufrir la soledad (sip, snif, snif) -en realidad,
como todos los animales que se encuentran aislados de sus semejantes-.
Nuestra vida en pareja en este tipo de roedor no ofrece dificultades;
al contrario, todo serán ventajas, pues estaremos contentos y animados
y nuestro estado de ánimo influirá beneficiosamente en nuestra salud.
Peeeero
¡cuidadín!
ops
he de añadir que si se adquiere
la pareja, en un principio deberemos vivir separados, bien en una jaula
grande dividida por un tabique, bien en dos jaulas diferentes. Entiéndelo,
todos necesitamos un poco de independencia hasta conocernos ¿no?.
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